Situamos la luz principal por encima del sujeto en un ángulo de 45º. Colocamos una segunda luz en una posición inferior al otro lado del modelo y reducimos su potencia aproximadamente a la mitad que la de la luz principal.
En función del sujeto, conviene tener en cuenta la relación de iluminación entre la luz principal y la de relleno. Para más información ir a Relación de iluminación.
Partimos del esquema anterior con luz principal a 45º, colocada algo más alta que el modelo y la de relleno ligeramente más baja. Ahora añadimos la luz de pelo. Tenemos dos alternativas: Colocamos una luz cenital con la ayuda de un brazo de jirafa. Situamos el flash detrás y más alto que la cabeza del modelo y desplazado ligeremante a la derecha, tal y como aparece en el esquema En ambos casos es importante añadirle al flash un nido de abeja o un snoot con el objeto de direccionar la luz hacia el pelo y que no entre en el objetivo de la cámara.
Este modo de iluminación está dirigido a eliminar las sombras de la cara.
Colocaremos un flash con softbox o paraguas a cada lado, a la altura de la cabeza y a la misma distancia y ángulo con respecto al sujeto.
Con esta disposición de las luces, conseguiremos una iluminación plana y sin contraste, muy apropiada para suavizar las imperfecciones de la piel.
Se trata de una variación del esquema estándar, en el que aumentamos el ángulo de la fuente de luz a 75º, haciendo girar ligeramente a la modelo junto a la fuente de luz. (Ver esquema de iluminación). La iluminación con respecto a la modelo no ha variado, pero sí el ángulo de ésta en relación a la cámara. De esta manera, obtendremos así una zona iluminada de la modelo más estrecha, más apropiada para personas de rostro ancho.
Nueva variación del la iluminación Rembrand.
Mantendremos el esquema de iluminación de Rembrandt estrecho, pero trasladaremos la fuente de luz al lado contrario. (Ver esquema de iluminación). Obtendremos así una zona iluminada de la modelo más amplia.
Esquema de iluminación sencillo con una sola luz, cercana al sujeto, colocada a 45 grados y ligeramente por encima de la cabeza del sujeto.
Debemos tener en cuenta que cuanto más cercana esté la fuente de luz del sujeto, menos dura será la iluminación, consiguiendo así suavizar las sombras y disminuir el contraste.
Este equema es similar al anterior. La única diferencia consiste en alejar la fuente de luz del sujeto. De esta manera crearemos unas sombras más duras.
Podemos observar como la sombra lateral de la cara es bastante más intensa que en el retrato anterior de iluminación cercana.
VI Concurso CNIE La edad no nos define. La mirada, sí
La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del CENIE, convoca la VI edición del Concurso de Fotografía en el marco del proyecto Nuevas Sociedades Longevas. Esta convocatoria apuesta por una visión renovada de la longevidad...
Fecha límite de presentación: Hasta el 30-11-2025.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La edad no nos define. La mirada, sí. Categorías: Retratos con alma, Instantes sin edad.
Premios
Las imágenes premiadas invitan a los espectadores a mirar más allá del ciclo informativo y a conectar con historias, tanto destacadas como olvidadas, de todo el mundo. Revelan lucha y resistencia, pero también calidez humana y valentía...
Arnold Newman: "Puedo mostrar una parte fundamental del alma".
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Aunque realizaba todo tipo de fotografías, fueron los retratos los que le concedieron mayor relevancia. Una característica de sus retratos es el empleo de elementos u objetos que se relacionan con los intereses o la profesión del personaje fotografiado. "No soy capaz de retratar el alma, pero puedo enseñar una parte fundamental de ella", decía Newman.
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.