En este tutorial vamos a añadir textura a una imagen fusionándola con otra que contenga la textura. Para conseguirlo vamos a utilizar una propiedad que tienen las capas en photoshop y que determinan cómo afecta cada una de ellas a las que hay debajo: el modo de fusión.
Los modos de fusión resultan muy útiles para añadir textura a una imagen.
Utlizaremos la fotografía de unas camelias como imagen principal y la de una arpillera como textura. La arpillera dará a las camelias un aspecto de pintura sobre lienzo.
Comenzamos abriendo la imagen principal a la que queremos añadir textura. En este caso, la de las camelias.
El siguiente paso consistiría en añadir la imagen de la textura incrustándola.
Para inscrustar la imagen seleccionamos Archivo>Colocar elemento incrustado... Buscamos la imagen que vamos a usar como textura y clicamos en Colocar. Es conveniente agrupar en una carpeta las imágenes de textura, así las tendremos disponibles para futuras ocasiones.
Imagen de textura con reguladores para ajustarla...
Observa que la imagen de la textura aparece enmarcada en azul con unos reguladores en los bordes para que, en caso de no coincidir con la imagen principal, podamos ajustarla a ésta.
Recuerda que la textura debe estar en la capa superior y la imagen principal en la inferior.
Comprueba que la capa de la textura esté seleccionada.
Desplegamos el menú Modo de Fusión. Aquí encontrarás una lista donde elegir. Al desplazar el cursor por los distintos modos, podrás visualizar los efectos que provoca cada uno de ellos. Lo ideal es ir probando hasta encontrar el más apropiado para tu imagen.
Cada modo de fusión tiene una manera distinta de fusionar los colores de la capa seleccionada con las capas de abajo. Los resultados dependen de las imágenes que utilices.
Como puedes comprobar en la imagen superior, he elegido el Modo de Fusión Superponer y el resultado no termina de satisfacerme. Probamos con otro Modo de Fusión.
En la mayoría de las imágenes el Modo de Fusión Superponer suele ser el más adecuado. Pero, en este caso, con este modo, las camelias presentan un aspecto demasiado artificial, como de flores de papel, por ello, me he inclinado por el de Luz suave, parecido al modo Superponer, pero éste le confiere un textura más sutil, más parecida a la pintura de lienzo, que era lo que iba buscando.
Tal vez el resultado del modo de fusión elegido sea muy intenso para tu gusto. Podemos suavizarlo cambiando la opacidad de la capa de textura con el regulador Opacidad, situado a la derecha del menú de modos de fusión.
Con la capa textura seleccionada, arrastra el regulador Opacidad hacia la izquierda, situándote sobre el nombre y arrastrando. Así podrás reducir la textura y modificar su intensidad.
Cuando el resultado de la fusión sea de tu gusto, guarda la imagen. Ve al menú Archivo y selecciona Guardar Como...
Asegúrate de guardar el archivo en formato PSD, con el fin de poder modificarlo cuando lo necesites.
XVII CONCURSO DE FOTOGRAFÍA "LA SIDRA"
Este concurso tiene el reconocimiento de la CEF y es puntuable para la obtención de los títulos de Artista, Excelencia y Maestro de la CEF.
Fecha límite de presentación: Hasta el 02/09/2025
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La sidra, la manzana y su cultura.
Esquema de iluminación de estudio: Rembrandt
Iluminación ideal para exhibir y crear profundidad en tomas más artísticas.Se llama así por estar basada en la importancia que daba a la dirección de la luz en sus retratos el pintor holandés.
Nuestra misión es brindar a los fotógrafos la oportunidad de promocionar sus fotografías y presentar su trabajo entre los mejores fotógrafos a una audiencia internacional.
William Klein. El fotógrafo callejero rebelde
Klein fue uno de los fotógrafos callejeros más rebeldes en el curso de la historia. Se opuso a todas las tradiciones de la fotografía, como la composición, el uso de lentes gran angular, el desenfoque de sus fotografías, el acercamiento...
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.