Lora Webb Nichols (1883-1962) creó y recopiló aproximadamente 24.000 negativos a lo largo de su vida en la ciudad minera de Encampment, Wyoming. Las imágenes narran los aspectos domésticos, sociales y económicos de la frontera escasamente poblada del centro-sur de Wyoming.
Nichols recibió su primera cámara en 1899 a la edad de 16 años, coincidiendo con el auge del boom de la minería del cobre en la región. Las primeras fotografías son de su familia inmediata, autorreportajes e imágenes de paisajes del cultivo de la región que rodea la ciudad de Campamento. Además de las imágenes personales, el joven Nichols fotografió a los mineros, la infraestructura industrial y el ajuste de una pequeña ciudad a un aumento de población repentino, pero en última instancia fugaz.
Ya en 1906, Nichols trabajaba como fotógrafa para documentación industrial y reportajes familiares, desarrollando e imprimiendo desde un cuarto oscuro que ella diseñó en la casa que compartía con su esposo y sus hijos. Después del colapso de la industria del cobre, Nichols permaneció en Encampment y estableció Rocky Mountain Studio, un servicio de fotografía y fotoacabado, para ayudar a mantener a su familia. Su estudio comercial fue un punto focal de la ciudad durante las décadas de 1920 y 1930.
Fuente: Archivo fotográfico de Lora Webb Nichols
VI Concurso CNIE La edad no nos define. La mirada, sí
La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del CENIE, convoca la VI edición del Concurso de Fotografía en el marco del proyecto Nuevas Sociedades Longevas. Esta convocatoria apuesta por una visión renovada de la longevidad...
Fecha límite de presentación: Hasta el 30-11-2025.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La edad no nos define. La mirada, sí. Categorías: Retratos con alma, Instantes sin edad.
Premios
Las imágenes premiadas invitan a los espectadores a mirar más allá del ciclo informativo y a conectar con historias, tanto destacadas como olvidadas, de todo el mundo. Revelan lucha y resistencia, pero también calidez humana y valentía...
Arnold Newman: "Puedo mostrar una parte fundamental del alma".
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Aunque realizaba todo tipo de fotografías, fueron los retratos los que le concedieron mayor relevancia. Una característica de sus retratos es el empleo de elementos u objetos que se relacionan con los intereses o la profesión del personaje fotografiado. "No soy capaz de retratar el alma, pero puedo enseñar una parte fundamental de ella", decía Newman.
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.