Garry Winogrand (1928-1984) nació en Nueva York, donde vivió y trabajó durante gran parte de su vida. Winogrand realizó un retrato exhaustivo de la Norteamérica de los años 60 y 70 de la misma manera que anteriormente lo había hecho Robert Frank. Winogrand estaba asimismo interesado por el papel de los medios masivos de comunicación a la hora de conformar las actitudes de las personas.
Recorría las calles de Nueva York con su cámara Leica M4 y un objetivo gran angular preenfocado, tomando fotografías muy rápidamente. Con frecuencia su cámara estaba inclinada en el momento del encuadre lo que generaba unas fotografías con un horizonte no paralelo, lo que causaba la consiguiente extrañeza en el espectador.
El trabajo de Garry Winogrand estaba influido por los de Walker Evans y Robert Frank, y por las publicaciones: American Photographs y "The Americans". Por supuesto, también Henri Cartier-Bresson fue de gran influencia, aunque sus estilos sean totalmente diferentes. Winogrand nunca buscaba una "foto bonita". La capacidad de anticiparse al suceso y la habilidad para tomar la fotografía con rapidez son las dos características más destacadas de los practicantes de la "street photography" y Cartier-Bresson está considerado en este sentido no sólo uno de los pioneros sino también el mejor en ambos aspectos, siendo su texto "El momento decisivo" uno de los más influyentes.
En 2013, el Museo de Arte de San Francisco montó una importante exposición retrospectiva que incluyó más de 160 fotografías del trabajo de Winogrand. La exposición viajó a lugares como la Galería Nacional de Arte en Washington DC; El Museo Metropolitano de Arte, Nueva York; Jeu de Paume, París, Francia; Fundacíon MAPFRE, Madrid, España.
Muchas monografías del trabajo de Winogrand han sido publicadas, incluyendo El hombre de la muchedumbre: las calles inquietas de Garry Winogrand, Los animales, Las mujeres son hermosas, Llegadas y salidas, Winogrand: Figments del mundo real , y Garry Winogrand , un catálogo que acompaña al exhibición retrospectiva
Garry Winogrand murió de cáncer en 1984, dejando más de 300.000 imágenes sin editar, muchas de las cuales ni siquiera había revelado. En concreto y tal y como aparece en el texto de Szarkowski (publicado en Figments from the Real World, publicado junto con la exposición correspondiente por el MOMA de Nueva York): unos 2500 rollos de película expuesta sin revelar, 6500 rollos revelados sin contactos y 3000 rollos cuyas hojas de contactos no había mirado en absoluto. Esto hace un total de 12000 rollos que Garry Winogrand había expuesto pero no había visto en el momento de su muerte. Aproximadamente 432.000 fotos tomadas sin ser vistas posteriormente.
Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña 2024
Médicos del Mundo España convoca el XXVIII Premio Internacional de Fotografía Humanitaria Luis Valtueña, destinado a reconocer y difundir las mejores imágenes que muestren de forma singular las desigualdades sociales, injusticias y/o vulneraciones de los derechos humanos...
Fecha límite de presentación: Hasta el 04 de octubre de 2024.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso: Salud, desastres naturales, acción humanitaria, cooperación internacional...
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Eliminar objetos usando el Relleno según el contenido
Aprende cómo eliminar objetos grandes o personas de una imagen utilizando el comando 'Relleno según contenido' del menú Edición...
Ganador – Chupando el néctar – Jorge Andrés Remacha Lorenzo.
Ganadores de Nature and Humans 2023
“El ser humano solo protege lo que ama, y solo ama lo que conoce”
Jacques Cousteau.
La escalera de Montmartre, 1936 - Brassai.
Brassaï: "Además de ver, siente lo que fotografías".
El trabajo de Gyula Halász y su amor por la ciudad, cuyas calles recorría asiduamente de noche, le llevó a la fotografía. Más tarde escribiría que la fotografía le permitía atrapar la noche de París y la belleza de las calles y jardines, bajo la lluvia y la niebla...
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.