David Heath (nacido en Filadelfia, en 1931) pertenece a esa generación que, después de la Segunda Guerra Mundial, entendió la fotografía documental como una forma de expresión personal y subjetiva, que no necesita de grandes temas sobre los que girar, pero sí de un enfoque propio. Al igual que otros como William Klein o Robert Frank, David Heath comprendió que el libro fotográfico era el mejor medio para que esa forma de entender la fotografía tuviera peso y la narración necesaria para poner en pie un discurso que nos habla, tanto del autor como del mundo que le rodea.
La obra de este poeta con cámara es una poderosa expresión de su intimidad y la constante preocupación por el contacto interpersonal y la comunión con los otros. Abandonado por sus padres a los cuatro años en un orfanato, creció en casas de acogida y la experiencia moldeó su trabajo, siempre guiado por una "necesidad expresiva totalmente personal", hacia la expresión de un "profundo sentimiento de dolor, soledad, alienación, anhelo, alegría y esperanza".
Retrató a multitudes que pese a la compañía no desean interactuar más que con otro ser solitario, figuras perdidas en laberintos mentales, gente que parece alienada y a la que deseamos abrazar pese al convencimiento de que no serán agradecidas y rechazarán el consuelo del gesto. Quizá el deseo de conexión del niño inclusero seguía vivo en el hombre y Heath tenía la capacidad para saber que también estás solo cuando estás acompañado.
Así, "A Dialogue with Solitude (Un diálogo con la soledad)", publicado en 1965, es uno de los grandes fotolibros de los años 60, y un referente por su riqueza simbólica y poética. La soledad en el mundo contemporáneo emerge como idea subyacente en este libro, con unas imágenes muy expresivas, con potentes contrastes, encuadres cerrados y opresivos, y lecturas abiertas.
Después de este trabajo, Heath buscó expandir su obra, trabajando con sonidos, pases de diapositivas y polaroids. Algunas de sus imágenes forman parte de colecciones de instituciones como el Museo de Arte Moderno de Nueva York.
XXXI Concurso de Fotografía Deportiva 2022
Plazo de presentación: Hasta el 15 de Noviembre de 2022.
Cuota de inscripción: Gratuita
Temática del concurso. Captación del momento deportivo.
Premios:
La finalidad de la presente convocatoria es incentivar el arte fotográfico aplicado al ámbito deportivo, con el fin de divulgar, de forma gráfica y plástica, los valores que representa el deporte...
En todo álbum familiar de fotos, la Primera Comunión ocupa también un lugar preponderante, ya que marca el primer cambio importante del niño hacia adulto.
Actualmente, las Primeras Comuniones suelen celebrarse en grupo, lo cual hace más delicada la labor del fotógrafo...
Adam Ferguson realizó una serie de autorretratos de migrantes en México, mientras esperan para cruzar la frontera hacia los Estados Unidos. La vida de un migrante en la frontera, esperando el momento adecuado para cruzar hacia los Estados Unidos...
Paul Strand. 'El mundo del artista es ilimitado'
Inspirándose en las pinturas formalistas o cubistas de Cézanne, Braque y Picasso, Strand se obsesionó con la idea de que la imagen fotográfica también podría descomponerse compositivamente. Utilizó cámaras de gran formato para crear altos contrastes (sobre sombreado), imágenes planas (o bidimensionales), semi-abstracciones y / o repeticiones geométricas.
A contracorriente. De Joana Biarnés
LUGAR: Fundación Cajasol Sevilla - Sala Velázquez.
FECHA: Del 27 de abril al 21 de mayo de 2022.
A contracorriente podría ser, no solo el título de la exposición, sino el espíritu que define la manera de vivir de Joana Biarnés, apasionada por una profesión que en su época ejercían únicamente los hombres. Supo luchar contra todas las adversidades: en los partidos de futbol donde se la increpaba por ser mujer e ir con falda, motivo por el que se la quiso expulsar alguna vez del campo de futbol...
La luz es la protagonista en la fotografía de paisajes. Si les preguntas a los fotógrafos de paisajes cuáles son sus momentos favoritos del día, la mayoría te responderá que el amanecer y atardecer. Es fácil entender por qué: ¿quién puede resistirse al gran drama que a menudo acompaña a estos momentos del día? Un amanecer o atardecer colorido es uno de los grandes espectáculos de la naturaleza, cuando la luz es especial e incluso los sujetos más corrientes lucen magníficos.