Berenice Abbott nació el 17 de julio de 1898 en Springfield, Ohio y murió el 9 de diciembre de 1991 en Monson, Maine fue una fotógrafa estadounidense del género documental, parte del movimiento de fotografía directa. Es conocida por sus retratos de intelectuales, artistas y mecenas en el París de los años 20 y de personalidades de Nueva York en la década de 1930.
En 1918 se mudó a Nueva York, donde estudió escultura de forma independiente, conociendo y haciendo conexiones vitales con Marcel Duchamp y Man Ray , líderes de la vanguardia estadounidense. En 1921, Abbott se mudó a París y continuó sus estudios de escultura allí y, más tarde, en Berlín, antes de regresar a París y convertirse en asistente en el Man Ray Studio, donde dominaría la fotografía.
Fue en 1925 en el Man Ray Studio cuando Abbott vio por primera vez fotografías de Eugène Atget. Al morir éste, compró la mayoria de sus negativos e impresiones, y los llevó a Neva York a su regreso en 1929.
Abbott quedó impresionada por la rápida transformación del paisaje construido en Nueva York. En vísperas de la Gran Depresión inició una serie de fotografías documentales de la ciudad que, con el apoyo del Proyecto de Arte Federal de la Administración de Progreso de Obras de 1935 a 1939, debutó en 1939 con la exposición itinerante y publicación Changing New York.
Abbott abogó por un estilo de fotografía documental como se ejemplifica en este proyecto, sin dejar de promover el trabajo de Atget.
Fuentes: MAGNUM photos, Wikipedia.
VI Concurso CNIE La edad no nos define. La mirada, sí
La Fundación General de la Universidad de Salamanca, a través del CENIE, convoca la VI edición del Concurso de Fotografía en el marco del proyecto Nuevas Sociedades Longevas. Esta convocatoria apuesta por una visión renovada de la longevidad...
Fecha límite de presentación: Hasta el 30-11-2025.
Cuota de inscripción: Gratuita.
Temática del concurso. La edad no nos define. La mirada, sí. Categorías: Retratos con alma, Instantes sin edad.
Premios
Las imágenes premiadas invitan a los espectadores a mirar más allá del ciclo informativo y a conectar con historias, tanto destacadas como olvidadas, de todo el mundo. Revelan lucha y resistencia, pero también calidez humana y valentía...
Arnold Newman: "Puedo mostrar una parte fundamental del alma".
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Aunque realizaba todo tipo de fotografías, fueron los retratos los que le concedieron mayor relevancia. Una característica de sus retratos es el empleo de elementos u objetos que se relacionan con los intereses o la profesión del personaje fotografiado. "No soy capaz de retratar el alma, pero puedo enseñar una parte fundamental de ella", decía Newman.
Tanto el atardecer como el amanecer son momentos de magia; momentos preferidos por los fotógrafos que quieren captarla.
Los atardeceres nos muestran colores más intensos y cielos más luminosos; en cambio, los tonos de los amaneceres son más suaves, sutiles; y los cielos, más oscuros y misteriosos.